quinta-feira, 12 de dezembro de 2013

León - Calor Latino III, diciembre 2013


Estas Navidades, los de León, Lisboa, Madrid y Zamora nos encontraremos en la ciudad de Guzmán, para celebrar juntos el cumpleaños de Jesus.
Que ilusión!
Para mí, León siempre representó (y sigue representando) lo que de más cerca al paraíso en la tierra puede haber. Supongo que sea difícil para el común mortal entender esto (es una ciudad, como tantas otras), pero para mis hermanos y para mí, es algo que tiene tanto de emocional como de difícil de explicar.
Hay que entender que, en pequeños, vivíamos en un pueblo (Sardoal, muy hermoso y con gente buena, que comparte el corazón con León) que en aquellos años poco tenia para ofrecer a un joven. Además, Portugal mantenía una distancia enorme a Europa y poder ir a León, era como ir al futuro.
El viaje enorme, con múltiples paradas; la frontera, para cambiar dinero, comprar café y, finalmente, entrar en España. Los anuncios en la carretera, las matrículas distintas, el oír hablar español. Pasar por dentro de Salamanca, Zamora, Benavente... cantando en el viaje, algunas veces con guitarra y perro, las histórias de Mamá, de D. Pelayo y del Cid, el campeador… Y finalmente, el abrazo de Abuelita ("Pero hiiiiijos!") y de todos los demás.
El olor de las casas, de las calles. El ir al cine (películas que aún no habían llegado a PT), el ir al supermercado, con montones de productos y marcas distintas. El bingo, el chocolate caliente, los embutidos... Los columpios en San Francisco y en Papalaguinda y los kart gratis! La Venatoria. Los quioscos, los tebeos, los chocolates. El pueblo en donde daba escuela Tía Tere y su olor brutalmente natural… La Catedral, San Isidoro, Botines, el Hostal, Barros, las pesetas.
Tantos años después, las diferencias ya casi no existen, pero la emoción, esa, se mantiene.
Ahora siguen importando las iglesias, las calles, los olores, la lengua, el barrio húmedo, los embutidos y, claro, la familia!
Que tarde en llegar el día, porque una vez allí, pasará volando :)
Un beso grande a la família de Argentina, con deseos de Feliz Navidad, con salud y esperanza de que pronto nos volvamos a encontrar, de preferencia en un mundo un poquito mejor.


3 comentários:

Luis Fermoselle disse...

Pues asi era la vida en aquellos tiempos en que los viages eram eternos, las llamadas telefónicas eran difíciles, pero la alegria y felicidad lo superava todo quando estavamos todos juntos.
Besos y abraços
Luis & Família

Anabel disse...

¡Qué tiempos, hermanos! Qué alegria el ir a León y qué dolor suponía el tener que regresar...
Enfin, las cosas han cambiado un poco pero, como bien dices, Francisco, ¡sigue la emoción por todo lo que para nosotros León representa!
Yo agrego una cosa en la cuestión de los viajes: el desvio obligatório para ver a Encarna y Gumersindo y toda la família en San Marcial. ¡Qué recuerdos, Diós mío! Y los huevos con chorizo que siempre nos ponía (porque no nos dejaban salir sin cenar) y de alguna vez que nos quedámos allí a dormir! Y el burro, la mula, los cerditos... Bueno, bueno, qué difícil resultaba decir adiós. ¡Qué cariñosos todos!
Será así con todas las famílias, pienso, pero como la nuestra no creo que haya igual...

¡FELIZ 2014, CHICOS! Brindo a más encuentros "CALOR LATINO"

Anabel disse...

Ah, y ésa foto... ¡impagable!
¡Gracias, Frank por compartirla!